Cuentos Perthes – Oihane una pirata valiente

Cuento de Unax Maiza - Oihane una pirata valiente

OIHANE, UNA PIRATA VALIENTE

Cuento de Unax Maiza Ruiz. 7 años.

Érase una vez una niña de 7 años llamada Oihane. Era lista, alegre, guapa, buena amiga y le encantaba bailar. Vivía en un pequeño pueblo rodeado de montañas.

Un día empezó a cojear. Aunque al principio sus padres no le dieron importancia, al ver que continuaba la llevaron al médico. Después de hacerle muchas pruebas vieron que tenía una enfermedad poco común de huesos llamada Perthes. Le dijeron que durante 2 o 3 años no podría andar: primero tendría que ir en silla de ruedas y luego con muletas.

Ya no podría bailar o subir andando al monte como lo hacía antes. Sus padres, abuelos, tíos y primos se pusieron muy tristes. Intentaron encontrar otros médicos que la curaran en menos tiempo, pero todos los médicos decían que no era posible.

Se hicieron socios de ASFAPE, la Asociación de Familias con Perthes.

Entonces, Oihane aprendió a vivir así. Podía seguir haciendo manualidades, leyendo libros, jugando a juegos de mesa, dibujando… Aunque no pudiese bailar con las piernas, bailaba con las manos o apuntaba en un papel los pasos de la coreografía que bailaban sus

amigas. No podía caminar pero montaba en bicicleta o en caballo, y participó en una marcha solidaria de bicicletas. Podía nadar, por lo que en la piscina era como otra niña más. En

carnaval se disfrazó y disfrazó a su silla de ruedas también. En fiestas no podía saltar en los castillos hinchables pero el ayuntamiento del pueblo alquilaba un sidecar de dos plazas para ella y otra persona que ella eligiese.

Incluso participó en un campeonato de pelota-mano en su colegio. Ella no podía correr tras la pelota pero su profesor movía la silla de ruedas y ella le daba a la pelota. ¿Y sabéis qué pasó? Oihane ganó el campeonato de pelota. Ella fue una guerrera y no hubo obstáculo que no le dejase avanzar.

Cuando se curó de la enfermedad, la gente de su entorno pensó que ya podía empezar a ser feliz otra vez y ella dijo: Durante la enfermedad yo he sido muy feliz, lo he pasado muy bien, he hecho muchas cosas y he seguido jugando con mis amigas.

Por lo tanto, no poder caminar o tener otra enfermedad, no significa que no puedas divertirte, es solamente que tienes que vivir de una forma diferente.

Yo, el que escribo esta historia, soy su primo y he aprendido muchas cosas de ella.

Estoy muy orgulloso. ¡Oihane, eres mi campeona!

 

Queda totalmente prohibida la reproducción total o parcial de los textos y dibujos, sin autorización expresa de ASFAPE.

 

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